Yo tampoco sé vivir, estoy improvisando.

23 de mayo de 2013

¿Tú que preguntabas por sueños húmedos, te referías a ésto?

3:58 Posted by Revdit , , , , , , No comments
Anoche pensé en ti antes de dormir,
y soñé con olas gigantes de agua turbia.
El mar estaba cabreado, parecía sufrir,
en cada ola se notaba su furia.

Fue en una ciudad sin playa, desierta,
donde sólo recuerdo un viejo edificio soviético.
Me mirabas a los ojos, decías: Despierta.
Pero sólo escuchaba un grito agónico.

No sonaba ni una triste canción,
las olas lo habían dejado todo mudo.
El agua inundaba la sucia habitación,
así se ahogaban nuestros cuerpos desnudos.

¿Tú que preguntabas por sueños húmedos,
te referías a ésto?
Han aparecido nuestros cuerpos desnudos,
pero, ya húmedos, no han tenido sexo.



Lo siento, Neruda.

Lo siento, Neruda, pueden frenar la Primavera,
con su tecnología la convierten en el frío invierno.
Lo siento, Neruda, es como si el cerebro de la gente absorbieran,
y cada día esto es más similar al Infierno.

Lo siento, Neruda, la bondad ya no se enciende como el fuego,
los baños de sangre la llama han mermado.
Lo siento, Neruda, se lo toman todo como un juego,
por eso ningún monarca español ha sido decapitado.

Lo siento, Pablo, no todos cantan a Stalingrado,
España ya no desgarra la tierra con sus uñas.
Lo siento, Pablo, aunque no todo esté acabado,
la perseguiremos aunque la Libertad huya.




Odio.

2:47 Posted by Revdit , , , , , No comments
Odio despertar y no verte dormida a mi lado.
Odio no poder desayunar al amanecer tus labios.
Odio en tus caderas antes no haber naufragado.
Odio echar de menos tu pelo rubio.

Odio no poder compartir cada segundo contigo.

Odio enfadarte y que explotes.
Odio no desvelarme cada noche en tu ombligo.
Odio odiar y que me odies.




22 de mayo de 2013

Qué guapa estás...

0:11 Posted by Revdit , , , , , , , No comments
Qué guapa estás cogiendo mis manos,
y luego dándome mil besos.
Qué guapa estás diciéndome enano,
y luego haciéndome sentir inmenso.
Qué guapa estás fusilando mis penas,
y luego reemplazándolas por alegrías.
Qué guapa estás cuando te siento correr por mi venas,
y luego acariciarme mientras tu cuerpo en braille leía.

Qué guapa estás alejándome de este absurdo,
y luego dejándome sin palabras.
Qué guapa estás llevándome a otro mundo,
y luego cerrando heridas para que no se abran.

Qué guapa estás haciendo que por ti sucumba,
y luego dejarme prendido de porvida.
Qué guapa estás cavando mi tumba,
y luego alargándome la vida.






12 de mayo de 2013

Discurso ante la tumba de Marx, de F. Engels

El 14 de marzo, a las tres menos cuarto de la tarde , dejó de pensar el más grande pensador de nuestros días. Apenas le dejamos dos minutos solo, y cuando volvimos, le encontramos dormido suavemente en su sillón, pero para siempre.
Es de todo punto imposible calcular lo que el proletariado militante de Europa y América y la ciencia histórica han perdido con este hombre. Harto pronto se dejará sentir el vacío que ha abierto la muerte de esta figura gigantesca.

Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo de la historia humana: el hecho, tan sencillo, pero oculto bajo la maleza idológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc.; que, por tanto, la producción de los medios de vida inmediatos, materiales, y por consiguiente, la correspondiente fase económica de desarrollo de un pueblo o una época es la base a partir de la cual se han desarrollado las instituciones políticas, las concepciones jurídicas, las ideas artísticas e incluso las ideas religiosas de los hombres y con arreglo a la cual deben, por tanto, explicarse, y no al revés, como hasta entonces se había venido haciendo. Pero no es esto sólo. Marx descubrió también la ley específica que mueve el actual modo de producción capitalista y la sociedad burguesa creada por él . El descubrimiento de la plusvalía iluminó de pronto estos problemas, mientras que todas las investigaciones anteriores, tanto las de los economistas burgueses como las de los críticos socialistas, habían vagado en las tinieblas.

Dos descubrimientos como éstos debían bastar para una vida. Quien tenga la suerte de hacer tan sólo un descubrimiento así, ya puede considerarse feliz. Pero no hubo un sólo campo que Marx no sometiese a investigación -y éstos campos fueron muchos, y no se limitó a tocar de pasada ni uno sólo- incluyendo las matemáticas, en la que no hiciese descubrimientos originales. Tal era el hombre de ciencia. Pero esto no era, ni con mucho, la mitad del hombre. Para Marx, la ciencia era una fuerza histórica motriz, una fuerza revolucionaria. Por puro que fuese el gozo que pudiera depararle un nuevo descubrimiento hecho en cualquier ciencia teórica y cuya aplicación práctica tal vez no podía preverse en modo alguno, era muy otro el goce que experimentaba cuando se trataba de un descubrimiento que ejercía inmediatamente una influencia revolucionadora en la industria y en el desarrollo histórico en general. Por eso seguía al detalle la marcha de los descubrimientos realizados en el campo de la electricidad, hasta los de Marcel Deprez en los últimos tiempos.

Pues Marx era, ante todo, un revolucionario. Cooperar, de este o del otro modo, al derrocamiento de la sociedad capitalista y de las instituciones políticas creadas por ella, contribuir a la emancipación del proletariado moderno, a quién él había infundido por primera vez la conciencia de su propia situación y de sus necesidades, la conciencia de las condiciones de su emancipación: tal era la verdadera misión de su vida. La lucha era su elemento. Y luchó con una pasión, una tenacidad y un éxito como pocos. Primera Gaceta del Rin, 1842; Vorwärts de París, 1844;Gaceta Alemana de Bruselas, 1847; Nueva Gaceta del Rin, 1848-1849; New York Tribune, 1852 a 1861, a todo lo cual hay que añadir un montón de folletos de lucha, y el trabajo en las organizaciones de París, Bruselas y Londres, hasta que, por último, nació como remate de todo, la gran Asociación Internacional de Trabajadores, que era, en verdad, una obra de la que su autor podía estar orgulloso, aunque no hubiera creado ninguna otra cosa.


Por eso, Marx era el hombre más odiado y más calumniado de su tiempo. Los gobiernos, lo mismo los absolutistas que los repulicanos, le expulsaban. Los burgueses, lo mismo los conservadores que los ultrademócratas, competían a lanzar difamaciones contra él. Marx apartaba todo esto a un lado como si fueran telas de araña, no hacía caso de ello; sólo contestaba cuando la necesidad imperiosa lo exigía. Y ha muerto venerado, querido, llorado por millones de obreros de la causa revolucionaria, como él, diseminados por toda Europa y América, desde la minas de Siberia hasta California. Y puedo atreverme a decir que si pudo tener muchos adversarios, apenas tuvo un solo enemigo personal.Su nombre vivirá a través de los siglos, y con él su obra.




9 de mayo de 2013

Ulrike Meinhof, referente de la RAF.

23:17 Posted by Revdit , , , No comments


Ulrike Meinhof, referente de la Fracción del Ejército Rojo, de Alemania, asesinada suicidada hace 40 años en una cárcel de Alta Seguridad. Ulrike Marie Meinhof nació el 7 de octubre de 1934 (Oldenburg) y murió el 9 de mayo de 1976 (Stuttgart). Fue una militante ultra-izquierdista alemana que inició su vida profesional como periodista. Fue una de las fundadoras de la Fracción del Ejército Rojo, también conocido como el grupo Baader-Meinhof, solía utilizar los seudónimos de "Anna" y "Ranna".

Meinhof realizó estudios de filosofía, pedagogía, sociología y alemán en la Universidad de Marburgo en 1955/56. En 1957, cambia de universidad y continúa sus estudios en la Universidad de Münster, en la que coincidió con Manuel Sacristán (quien tras su muerte traduciría y editaría una antología de sus escritos), y pasa a formar parte del Movimiento de Estudiantes Socialistas (Sozialistischer Deutschen Studentenbund).

Poco después se implicó en el movimiento antinuclear de su país apoyando
dichas tesis desde su puesto como redactora de la revista política Konkret,
vinculada a la izquierda radical. Se casó con Klaus Rainer Röhl, comunista,
en 1961 y tuvo dos hijas gemelas, Bettina y Regine, el 21 de septiembre de
1962.
Divorciada en 1968, se unió entonces a grupos de izquierda más radicales en
Berlín Occidental. En 1970, vista la ineficacia de los medios ordinarios de
lucha empleados por la izquierda alemana, ayudó a Andreas Baader a escapar
de prisión y después participó en robos a bancos y atentados con bomba
contra fábricas y bases militares americanas. La prensa alemana denominó al
grupo rápidamente "grupo de Baader-Meinhof". Meinhof escribió muchos de los
ensayos y manifiestos que la banda produjo, enunciando el concepto de
guerrilla urbana, utilizado para combatir lo que ella llamó la explotación
del hombre común y el imperialismo del sistema del capitalista.

Capturada en 1972 en Langenhagen, fue condenada en audiencias preliminares a
8 años de encarcelamiento cautelar. Mientras se desarrollaba el juicio
definitivo, en el que el fiscal pedía cadena perpetua para ella, la encontraron muerta en su celda el nueve de mayo de 1976 (aniversario de la derrota nazi en la Segunda Guerra Mundial), ahorcada colgada del techo. Los indicios de ejecución fueron tapados por los medios de desinformación masiva que hablaron de suicidio. Sus abogados negaron la versión oficial, pero no pudieron conseguir que hubiese juicio.

Recuerdo de Ulrike Meinhof, 40 años después

Cuarenta años después de su muerte violenta el 9 de mayo, las imágenes son
tan imponentes como el primer día. Sobre todo las publicadas. La primera
placa de detenida; la primera foto de encarcelada; la imagen final, colgada.

1970, 1972, 1976; los números de los años lo declaran: el ascenso de la
publicista Ulrike Meinhof, de estrella intelectual de un periódico
estudiantil a icono de la moral política y de los derechos humanos, se
cumplió en un breve período de su vida, el último. Qué hubo antes y por qué
pasó a la RAF [Rote Armee Fraktion, fracción del ejército rojo], queda de
todo punto eclipsado. Podría dar cierta plausibilidad indeseada a su último
y radical paso.

La posteridad la ha reducido prácticamente al papel de una Juana de Arco de
la resistencia contra el Leviatán, la omnipotente superpersona del Estado.
Se la ha elevado al Olimpo de los elegidos dispuestos a morir por sus
convicciones, como los santos Sócrates, Hus, Giordano Bruno y Michael
Kolhas, a quien en 1540, dándosele la razón, se hizo ajusticiar con el
suplicio de la rueda como perturbador del orden público.

Jovencitas ávidas de instrucción ante la próxima campaña antiglobalización,
las más todavía en edad escolar, devoran libros que hablan de ella, no
importa su veracidad. No es por azar que una biografía suya muy leída fuera
publicada por Beltz & Gelberg, una editorial juvenil.

La basura con que autores mercenarios a sueldo de gigantescos aparatos de
Estado la cubrieron desde mayo de 1970, es decir, desde el tiroteo en el
Otto Suhr Institut de Berlín occidental, no ha impedido su conversión en una
figura luminosa, a la que aun historiadores conservadores como Joachim Fest
deben rendir sus respetos.

La RAF fue derrotada, pero no impera la paz. Sus análisis y objetivos
programáticos, que pueden releerse en manifiestos escritos también por la
mano de Meinhof, siguen viviendo en una suerte de cenotafio. Sólo una opción
tiene el Estado para protegerse de ese peligro dormido. Tendría que dejar de
entenderse a sí mismo como auxilio de la plutocracia, para convertirse en un
valedor consecuente y eficaz de las necesidades de las clases bajas del
propio pueblo y de los pueblos explotados de los Estados y los continentes
pobres.

La conmoción desatada por la muerte de Ulrike Meinhof en 1976 llevó a
arrebatadas manifestaciones por todo el territorio federal. En Francfort, en
donde había una convocatoria frente a la Casa de los estudiantes, se llegó a
enfrentamientos con las fuerzas de orden público. Yo venía de Stuttgart, y
todavía veo la ciudad sublevada: me viene a la mente un furgón policial en
llamas, pero puede que se trate de otra manifestación.

En el suicidio anunciado por el gobierno creyeron pocos. Eso guarda relación
con el estado de confrontación. El tribunal de Stuttgart, que debía juzgar a
cinco cuadros de la RAF, había ya perdido a un acusado ­Holger Meins, a
quien se dejó morir en noviembre de 1974 de inanición en Wittlich‹. Los tres
acusados restantes morirían diecisiete meses después en la prisión judicial
de Stuttgart-Stammheim en circunstancias no aclaradas, de manera que ninguno
de los juicios llegó a realizarse.

Fue sobre todo en el momento de la detención que murieron estos enemigos del
Estado buscados con tanto ardimiento. Las más veces, fueron ejecutados sin
llevar armas, o, ya desarmados, cuerpo en tierra. Eso despertó la impresión
de que había una orden superior de no hacer prisioneros. Werner Sauber
Daniel de Roulet le ha levantado un monumento en su novela Double‹ fue
ejecutado el 9 de mayo de 1975 en un estacionamiento de Colonia cuando
estaba ya indefenso sobre el asfalto: justo un año antes que Ulrike Meinhof.
El médico Karl-Heinz Roth, sentado junto a él en el automóvil, quedó herido
de extrema gravedad. El tercero, Roland Otto, resultó ileso. Cuando Roth y
Otto fueron absueltos, tronaron los policías: "Tendríamos que haber
liquidado también a los otros dos".

La lista es larga. Desde Rauch y Weißbecker, hasta Grams, pasando por Stoll
y van Dyck. Todos ejecutados en situaciones que no justificaban el uso
policial de armas de fuego. Es verdad que los Colts se manejaban a la
ligera, por ambas partes, y que se puede explicar el gatillo fácil de
algunos funcionarios que podían temer por su vida. Disculpa no es; ni moral,
ni jurídica.

Por lo demás, las dudas en el caso Meinhof fueron alimentadas por el informe
de una comisión investigadora internacional (publicado por la editorial
Maspero de París) que en 1978 decía: "La afirmación de las autoridades
estatales, según la cual Ulrike Meinhof se dio muerte a sí misma colgándose,
no está probada. Los resultados de las investigaciones más bien permiten
concluir que Ulrike Meinhof no podía colgarse por su propia mano".

Ulrike Meinhof era ya evidentemente una celebridad antes de que fundara con
otros la Rote Armee Fraktion, que se entendía a sí misma como brazo armado
de la resistencia antiimperialista, y a la que ­dicho sin precaución‹ pudo
llamarse leninista. Recuerdo la fascinación con que leíamos sus columnas en
la revista konkret, que publicaba la editorial Klaus Wagenbach, en cuya
página web, ¡pequeña ignorancia!, puede leerse ahora que la autora murió en
1972.

"Yo consumía desde 1955 la hoja que para la APO [oposición
extraparlamentaria] desempeñaba un cierto papel, y desde 1960 leía siempre,
lo primero, los artículos analítico-polémicos de Meinhof, que todavía hoy
resultan legibles y actuales. Muestran la amplitud de su compromiso social y
político. Temas nacionales como la permanencia de viejos nazis, las leyes de
excepción y emergencia o la pobreza figuran en el ancho repertorio de su
obra periodística, no menos que los problemas de la política internacional:
imperialismo, luchas de liberación en el tercer mundo, tricontinentales, la
guerra de Indochina, las protestas estudiantiles en los EEUU."


Lo que ahora su hija Bettina Röhl, en un incalificable libro de
revelaciones, puede saldar de barato como sensación, era archisabido por los
admiradores de entonces de la Meinhof. Que simpatizaba con la prohibida KPD
[Partido Comunista de Alemania, ilegalizado por Adenauer en 1956], con la
Unión Soviética y con la RDA (siempre críticamente, huelga decirlo). Que
gracias al movimiento contra la guerra nuclear y las marchas de Pascua de
los años cincuenta, consiguió hacerse un nombre. Que tenía sus raíces en las
tradiciones humanistas de Occidente, con una impronta cristiana. Que su
insólita rigidez ética venía en parte de su relación con Renate Riemeck, que
hacia 1960 era uno de los mascarones de proa de una Unión Alemana por la Paz
más bien irrelevante políticamente.

La opción por la lucha armada a comienzos del verano de 1970 fue sin embargo
interpretada por muchos como una ruptura y vista con incomprensión. Pero
estaba en la lógica de la oposición extraparlamentaria no seguir atacando
sólo verbalmente los excesos y los efectos del orden social capitalista
postfascista.

En la bibliografía a ella dedicada, la separación de su marido, el abandono
de la existencia comparativamente pequeñoburguesa en el barrio de la alta
sociedad de la Elbchausee de Hamburgo y el traslado a Berlín occidental no
son interpretados de un modo suficientemente claro como reacción al espíritu
de los tiempos. Lo cierto es que, como muy tarde desde el 2 de junio de 1967
el día en que las autoridades de Berlín occidental reprimieron brutalmente
una manifestación ante la Ópera alemana y dejaron que se ejecutara
alevosamente a un estudiante, a fin de generar una escalada‹, estaba en el
orden del día el proyecto de atacar directamente, como baluarte del
imperialismo, al Estado y a sus obscenos representantes, y de radicalizar
la resistencia mediante la propaganda con hechos.

Ulrike Meinhof dejó casa y séquito cuatro días antes de la Conferencia
internacional contra los crímenes de guerra estadounidenses en Indochina,
que empezó en Berlín occidental el 17 de febrero de 1968. La declaración
final, que culminó en una gran manifestación, todavía se lee hoy como un
llamamiento a pasar definitivamente a la sublevación. Se pedía sin afeites
la colaboración política y organizativa con los movimientos revolucionarios
de liberación y la creación de un frente unido de resistencia en los EEUU y
en los países europeo-occidentales. Enemigo: el imperialismo norteamericano
y su peón de brega europeo. Objetivo: la revolución socialista mundial.

Apenas dos meses después, ardían en llamas dos grandes almacenes comerciales
en Francfort: un acontecimiento que fue generalmente celebrado como la
ceremonia fundacional de la RAF, pues empujó a dos protagonistas a la
ilegalidad, aun cuando los daños fueron muy limitados. Ulrike Meinhof dedicó
al incendio una reseña comprensiva que fue entendida por buena parte de la
izquierda de entonces como una invitación a seguir trabajando en esa línea.
Tal vez los redactores de la resolución final de la Conferencia sobre
Vietnam no dieran a sus protrépticas palabras el sentido que nosotros
inferimos. O tal vez se retractaron luego, a la vista de la que se había
organizado, y les entró el miedo ante su propio coraje.

El hecho es que Meinhof y los demás fundadores de la RAF albergaron de buena
fe la esperanza de que su lucha hallaría simpatías y apoyos en los medios
legales. Jamás fue la RAF ­nadie habla hoy de ello‹ concebida como una
organización de masas, sino como grupo de cuadros y como punta de lanza
capaz de agudizar las contradicciones políticas y ampliar los márgenes de
maniobra de la oposición legal. Tragedia de esa organización: jamás fue
aprovechada tal posibilidad, poniéndose en cambio muy pronto en marcha un
proceso de desolidarización que, en lo venidero, llegó incluso a rechazar el
bienintencionado consejo de un [Heinrich] Böll: "un salvoconducto para
Ulrike Meinhof".

Las condiciones de encarcelamiento a las que se expuso a Ulrike Meinhof a
partir de 1972 eran homicidas. En Colonia-Ossendorf llegó a estar hasta tres
veces en aislamiento total ­la primera vez, inmediatamente después de su
detención, durante 237 días‹. Sobre las consecuencias psíquicas y físicas de
este tipo de tortura escribió un informe conmovedor, que ahora es una pieza
distinguida de la historia de la literatura.

El objetivo de las numerosas humillaciones era claro y se declaró
abiertamente: quebrantar la personalidad. Quería ofrecerse al loco a la
opinión pública, moverla a ella distanciarse de su biografía política y
estimular a sus camaradas en la clandestinidad a abandonar la lucha
desigual. Con algunos, se logró. Contra los principales acusados, que no
cedieron, hubo que adoptar medidas más extremas. Otros, como Christian Klar
y Birgit Hogefeld, que no se dejaron instrumentalizar, siguen todavía entre
rejas.

Pero lo que nosotros discutíamos ­yo representaba legalmente a Andreas
Baader‹ en casi cada visita a la séptima planta de la prisión judicial de
Stammheim no eran tanto las condiciones de cárcel, que dicho sea de pasada,
tras el inicio del proceso, se relajaron un poco, sin llegar a pasar nunca
del aislamiento en ínfimos grupos. Un tema importante era el deterioro de la
situación política: se hacía cada vez más precaria, y la solidaridad con los
presos remitía. Si en el verano de1972 los objetivos y los métodos de la RAF
aún despertaban simpatías en amplios sectores de la población, tras la
muerte de Holger Meins y la ejecución del presidente de la Audiencia de
Berlín occidental, Günter von Drenkmann, a finales del otoño de 1974, se
desmoronó incluso la disposición al compromiso con una mejora de las
condiciones de encarcelamiento.

Hay cartas desde la cárcel, dirigidas a conocidas personalidades, que
muestran cómo los presos se sentían crecientemente abandonados a su suerte,
hasta quedar completamente inermes. Que la pugnaz voluntad subversiva de
finales de los sesenta trocara en cobardía y resignación, es tema aparte.
Tiene que ver con la campaña mediática de odio y criminalización contra toda
izquierda que no se prestara a un distanciamiento profiláctico.

Cuando Ulrike Meinhof murió, asistimos a un último encalabrinamiento de la
opinión pública, fundado en el hecho de que había sido una prestigiosa
intelectual, una de las grandes esperanzas de la publicística en lengua
alemana. Tras los atentados de 1977, también el grueso de la izquierda se
alegró de que los más populares cuadros de la RAF estuvieran finalmente
muertos.

Ulrike no se suicido, el Estado la mató.


8 de mayo de 2013

EL POETA ES UN OBRERO, Vladimir Maialovski

23:39 Posted by Revdit , , , No comments
Se le ladra al poeta:
«¡Quisiera verte con un torno!
¿Qué, versos?
¿Esas pamplinas?
¡Y cuando llaman al trabajo, te haces el sordo!»
Sin embargo
es posible que nadie
ponga tanto ahínco en la tarea
como nosotros.
Yo mismo soy una fabrica.
Y si bien me faltan chimeneas,
esto quiere decir
que más coraje me cuesta serlo.
Sé muy bien
que no gustáis de frases vacías.
Cuando aserráis la madera, es para hacer leños.
Pero nosotros
qué somos sino ebanistas
que trabajan el leño de la cabeza humana.
Por supuesto
que pescar es cosa respetable.
Echar las redes.
¿Quién sabe? ¡Tal vez un esturión!
Pero el trabajo del poeta es más beneficioso:
la pesca de hombres vivos, esto es lo mejor.
Enorme, ardiente es el trabajo en los altos hornos,
donde se forma el hierro chisporroteante.
¿Pero quién
se atrevería a llamarnos holgazanes?
Nosotros bruñimos las mentes con áspera lengua.
¿Quién es más aquí?
¿El poeta o el técnico
que procura a los hombres
tantas ventajas prácticas?
Los dos.
Los corazones son también motores.
El alma es también fuerza motriz.
Somos iguales.
Camaradas de la clase trabajadora.
Proletarios del cuerpo y del espíritu.
Solamente unidos
solamente juntos podremos engalanar el universo,
acelerar el ritmo de su marcha.
ante una oleada de palabras, levantemos un dique.
¡Manos a la obra!
¡Al trabajo, nuevo y vivo!
Y a los que discursean
que se les mande al molino.
¡Para que el agua de sus discursos haga girar sus aspas!

Erich Fromm y el amor.

23:20 Posted by Revdit , , , No comments


Si dos desconocidos se encuentran por azar y bajan las barreras que los separan al mismo tiempo, van a crear uno de los momentos más estimulante y excitantes de la vida. Generalmente este momento, llamado enamoramiento, se combina felizmente con la atracción sexual y su consumación. Pero este enamoramiento no es todavía amor. No es difícil enamorarse, lo complicado es permanecer enamorado. Cuando la pareja llega a conocerse bien, la excitación inicial desaparece y la intimidad pierde su carácter milagroso. Ya no están locos el uno por el otro y se retraen a su casilla emocional anterior de soledad interior, que era el estado primario a superar según el autor.

No hay nada que se inicie con tantas esperanzas e ilusiones y, al mismo tiempo sea tan frágil y fracase tanto y tan rápidamente el enamoramiento. Es para reflexionar el hecho de que si esto nos pasara en cualquier otro aspecto de nuestra vida, intentaríamos aprender de los errores, o renunciaríamos definitivamente a ello. Pero no, el ser humano necesita amar y ser amado. Es como el riego natural para las plantas, sin amor, tarde o temprano, nos marchitamos.

Como es inevitable enamorarse, Erich Fromm propone que tomemos conciencia de que el amor es un arte, y que debemos proceder en la misma forma en que lo haríamos si quisiéramos aprender cualquier otro arte. Como en todo aprendizaje hay dos partes bien diferenciadas pero que se necesitan la una a la otra: la teoría y la práctica.

La teoría del amor de Erich Fromm

Cualquier teoría del amor debe comenzar con una teoría de la existencia humana. El hombre está dotado de razón, tiene conciencia de sí mismo, de sus semejantes, de su pasado y de las posibilidades de su futuro y de su breve lapso de vida, de su soledad y su fragilidad ante las fuerzas de la naturaleza y de la sociedad. Necesita otro para poder transitar la vida sin que la soledad primaria lo ahogue. El ser humano no vive con felicidad la soledad, quiere franquearla a toda costa y hasta le resulta vergonzosa porque la mirada de la sociedad le reprocha el acto oculto y odioso que, seguramente, lo lleva a estar solo. ¿Cuántas veces escuchamos de boca de un amigo que elige una relación, aunque no sea buena, "para no estar solo"? El amor es "entrar" en la otra persona, la herramienta con la conocemos al ser humano con el que hemos comenzado una relación. Sin embargo, a pesar de parecer un acto irracional e impulsivo, necesito conocer a la otra persona y a mí mismo objetivamente para poder ver la realidad. Tengo que, además de sentir, poder analizar mi relación con el otro. El amor es una actividad continuada, no se trata solo de encontrar un objeto de amor adecuado y que después todo venga solo sin trabajar en ello y cuidarlo.

¿Qué es el amor erótico, de pareja, según Fromm?

El amor de pareja es el anhelo de fusionarse completamente con el ser amado, de unirse físicamente y emocionalmente con una única otra persona. Según Erich Fromm esta es la forma más engañosa del amor que existe, se confunde fácilmente con la experiencia de enamorarse o amar, pero no lo es. Es simplemente el acto de superar este aislamiento de cada ser humano mediante el contacto físico sexual. De nuevo, ¿cuántas veces hemos sabido de amigos que nos dicen que no se llevan bien con su pareja pero tienen una excelente "cama"? Solo parecen íntimos cuando están en la cama o cuando dan rienda suelta a su odio y a su rabia recíprocas (de ahí el dicho "Del amor al odio hay solo un paso"). El deseo sexual no viene ligado al enamoramiento o el amor, puede estar disociado, ser mucho más brutal y hasta agresivo en sí mismo. Podemos tener amor erótico estimulados por la soledad, el miedo, la angustia o el odio. Lo nuevo que aporta Fromm al respecto del amor erótico, es que lo ve como un amor voluntario y elegido libremente . No es lo mismo que el amor victoriano donde terceros elegían las parejas según intereses económicos o de grupo y se esperaba que se amaran mutuamente los contrayentes, con el tiempo. El factor más importante del amor erótico es el de la voluntad. Es una decisión, una promesa. Si el amor fuera solo un sentimiento sin control, no existirían bases para la promesa de amarse eternamente.


7 de mayo de 2013

Nietzsche - Muerte de Dios/Nihilismo y El Super-Hombre.

20:58 Posted by Revdit , , , , 1 comment

Muerte de Dios y nihilismo

Desde la Ilustración la creencia en la existencia de Dios había entrado en crisis. Sin embargo, y a pesar de que la intelectualidad cada vez considera más que no había Dios, la mayoría de las instituciones que la existencia de Dios había garantizado y legitimado a lo largo de la historia, permanecían inconmovibles, como si ese acontecimiento no les afectara.
Nietzsche anuncia justamente las consecuencias que la muerte de Dios tendrá para el ser humano, consecuencias que todavía no han llegado a conocerse.
Porque si Dios era el garante del orden moral, político y legal, de la verdad, del conocimiento y de la misma naturaleza, del sentido del mundo y de toda existencia, entonces, la muerte de Dios, tendrá que tener repercusiones en todos esos campos. La muerte de Dios no significa que ya no se crea en Dios, es que todo lo se ha sustentado en éste paulatinamente se está desmoronando, aunque los hombres todavía no han tomado conciencia de sus consecuencias.
La frase “Dios ha muerto” acuñada por Nietzsche significa que Dios, como síntesis del fundamento suprasensible de todo lo real ha perdido toda su fuerza obligatoria. Así, al quitarle al mundo suprasensible la pretendida función ordenadora de nuestras existencias, nos hemos quedado sin brújula, sin sentido que darle a esta vida.
Cuando las consecuencias de la muerte de Dios lleguen, y antes de que venga el superhombre, aparecerá el nihilismo.
El nihilismo sigue siendo expresión de la decadencia, pero en este caso es expresión de la decepción que sienten aquellos que aceptaron ese mundo de verdades objetivas, de moral cristiana, y ven ahora como todo esto se derrumba. En esa circunstancia, el nihilista deja de creer en cualquier cosa, dedica su vida a la crítica sistemática de cualquier verdad, a la negación de cualquier valor cognoscitivo y moral, en la idea de que si no existen verdades y morales absolutas, nada tiene ya sentido; y en esto consiste más propiamente el nihilismo, en negar todo sentido preestablecido a la vida.
Sin embargo, eliminados los falsos valores queda abierta otra posibilidad, distinta al nihilismo, la de crear nuevos valores, pero crearlo desde unos instintos que amen la vida

El superhombre

Para hacer esto es para lo que es necesario un superhombre. El superhombre tiene como función recobrar el sentido de la vida, pero sin ponerlo más allá del mundo, en el otro mundo transcendente a éste, sino en este; y por tanto, su misión tiene que ver con santificar la Tierra. Ahora la tierra, lo sensible, ocupará el papel que la decadencia había reservado a Dios.
La manera de conseguir esto es a través de un acto de voluntad, que no es más que expresión de los instintos de vida que constituyen al ser humano. Ese acto de la voluntad consistirá en un acto de valoración, de creación de nuevos valores.
El superhombre es un héroe futuro; un filósofo por venir que comprenderá las grandes verdades de la muerte de Dios, y comprenderá cuál es la esencia de la vida; la voluntad de poder. Y a través de él podrá manifestarse la vida.
Nietzsche no se considera a sí mismo el superhombre, más bien su anunciador. Y en este anunciar trata de preparar al mundo para su venida, y lo hace destruyendo los valores existentes de su cultura, que no son más que fruto de la decadencia.
El superhombre, que dice sí a la vida y a los valores propios de ésta, ha de experimentar una triple metamorfosis de su espíritu según se describe en el primer discurso de Zaratustra:
1. Camello: animal sumiso, simboliza a los que se conforman con obedecer ciegamente.
2. León: el gran nihilista, símbolo de la negación de todos los valores tradicionales.
3. Niño: simboliza el vivir libre de prejuicios, la libertad absoluta.
Los viejos valores racionales y suprasensibles son sustituidos por valores vitales y sensibles. El superhombre defiende la desigualdad, la jerarquía, el cambio, el experimento y el riesgo, frente a la igualdad, la seguridad, valores propios de la moral del “rebaño”.


6 de mayo de 2013

Ernesto "Ché" Guevara.

Lo diré claramente y sin dejar cabos sueltos: Ernesto Che Guevara participó en la Revolución Cubana y murió en Bolivia, luchando contra las obscenas desigualdades sociales de América Latina. Indudablemente, se trata de un terrorista, pues recurrió a las armas para combatir la pobreza, el analfabetismo, la explotación laboral y las sangrientas dictaduras impuestas por Estados Unidos.
Espero que se note mi ironía y sarcasmo anterior al hablar de este hombre que dio su vida por defender a los pisoteados y se ha convertido, a mi punto de vista y a punto de vista de millones de personas, en un referente ideológico por sus ideas revolucionarias que, como bien dijo Fidel Castro "no son ideas de un hombre de estos tiempos".
Es bueno, muy bueno que la gente siga, lo que para mi, es la máxima expresión del comunismo, como lo fue el Ché. El maldito y angustioso problema viene a raíz de la prostitución por parte de mundo occidental de la imagen de este revolucionario, convirtiéndolo en marketing y convirtiendo al Ché en un mito, dejando atrás su ideología y sus logros. Llegando a estar su cara en camisetas de tipos capitalistas como el rapero Jay Z:

 Puesto que su cara está estampa en mecheros de jóvenes fumadores que, mientras fuman su verde yerba, encienden el porro con un mechero de un revolucionario auténtico que, repito, dio y daría mil veces la vida por ellos, pero ese es el problema, esos jóvenes no lo saben y con la telemanipulación impuesta por la caja tonta y los medios de desinformación masiva 'Massmedia' nunca lo sabrán, porque nunca tendrán esas ganas de informarse mediante información alternativa.
Ernesto no era un terrorista. Ernesto cambió la vida de millones de personas, dando la cara, luchando en la selva para defender lo que a cada hombre le pertenece por naturaleza: La Libertad.