Yo tampoco sé vivir, estoy improvisando.

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19 de marzo de 2014

La curvatura de tu voz.

12:51 Posted by Revdit , , , , , No comments
Estoy comenzando a plantearme la realidad de que no existas,
y por eso te escribo y te pienso, por eso vivo esa necesidad imperiosa,
para que cobres vida por fin.
Que tu cabello me azote en la cara y me abrace tu piel. Tener tu amor por castigo.
Que mi mente te dibuje a cada momento, y que ese momento sea eterno.
Morir tranquilo si es contigo. Escribirte hasta que me sangren los dedos, vivir de tu sangre, que la única comunión, el uno con el otro, sea cada noche a los pies de tu cama.
Oír tu voz como música en mis oídos, escuchándote gemir y jadear, aunque sea en mis sueños, plácidos sueños. aunque tenga que soñarte haciéndome el amor, y retratarlo todo a tiempo real dentro de mi mente, sólo dentro de mi mente, gritándome por dejarte escapar.
La curvatura de tu voz, tan apetecible como la de tu cintura, suave, blanca, pura. Tu piel casi transparente perlada por el sudor, tímido entre tus poros, deslizándose por todo tu cuerpo, atreviéndose a explorarte.
Con la pluma en la mano, sangrando estas letras, pidiéndoles que no desaparezcas jamás,
no perderte entre los oscuros rincones de mi mente, no te desvanezcas de nuevo, no me dejes.
Quédate, por favor. Pedirles, gritarles, rogarles, suplicarles por mi vida y tu recuerdo que sigan permitiéndome poder amarte, describirte, sentirte más conmigo.


¿Por qué será? quizá me falte valor para conocerte. Quizá ya te conociera desde antes de saber que soy capaz de guardar tales recuerdos. Y quisiera recordar todo aquello no vivido pero que con tantísima ansia anhelaba vivir, que volvieras aunque nunca te hubieras ido.



28 de agosto de 2013

Requiem.

22:48 Posted by Revdit , , , , , 1 comment
Si hoy lloro, no es por nadie, ni por ti,
es porque me duele la vida, me duele vivir.
Que si estoy cansado de alguien, es de mi,
de situaciones que yo mismo creo, que me hacen sufrir.

No vivo la vida, solo la improviso.
Y hacer tal cosa me crea más de un imprevisto.
Que si yo odio la vida, más me odia ella a mi.
Me odia tanto que quiere verme morir.

Y no, me siento bien, no estoy mal todavía,
cuando esté mal de verdad será cuando acabe mi vida.
Postdata: Esto último, es mentira.

8 de julio de 2013

No sé...


No sé cómo será el futuro, ni si quiera si existe,
o si cada día que pase lograré no estar triste.

No sé si conseguiré todo aquello que me proponga,
llegar a mis objetivos sin que nada en mi camino se interponga.

No sé lo que me espera, ni pretendo saberlo,
sólo quiero estar con ella en vida, puesto que no existe el Cielo.

No sé si el amor cree en mi, como yo creo en él,
sólo espero despertarme cada día y poder rozar su piel.

No sé si quiero morir joven, o con 70 años,
fumando habanos, exiliado en cualquier rincón cubano.

No sé ni si quiera si merece la pena vivir,
como ya decía el bueno de Albert Camus.


22 de mayo de 2013

Qué guapa estás...

0:11 Posted by Revdit , , , , , , , No comments
Qué guapa estás cogiendo mis manos,
y luego dándome mil besos.
Qué guapa estás diciéndome enano,
y luego haciéndome sentir inmenso.
Qué guapa estás fusilando mis penas,
y luego reemplazándolas por alegrías.
Qué guapa estás cuando te siento correr por mi venas,
y luego acariciarme mientras tu cuerpo en braille leía.

Qué guapa estás alejándome de este absurdo,
y luego dejándome sin palabras.
Qué guapa estás llevándome a otro mundo,
y luego cerrando heridas para que no se abran.

Qué guapa estás haciendo que por ti sucumba,
y luego dejarme prendido de porvida.
Qué guapa estás cavando mi tumba,
y luego alargándome la vida.






12 de mayo de 2013

Discurso ante la tumba de Marx, de F. Engels

El 14 de marzo, a las tres menos cuarto de la tarde , dejó de pensar el más grande pensador de nuestros días. Apenas le dejamos dos minutos solo, y cuando volvimos, le encontramos dormido suavemente en su sillón, pero para siempre.
Es de todo punto imposible calcular lo que el proletariado militante de Europa y América y la ciencia histórica han perdido con este hombre. Harto pronto se dejará sentir el vacío que ha abierto la muerte de esta figura gigantesca.

Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo de la historia humana: el hecho, tan sencillo, pero oculto bajo la maleza idológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc.; que, por tanto, la producción de los medios de vida inmediatos, materiales, y por consiguiente, la correspondiente fase económica de desarrollo de un pueblo o una época es la base a partir de la cual se han desarrollado las instituciones políticas, las concepciones jurídicas, las ideas artísticas e incluso las ideas religiosas de los hombres y con arreglo a la cual deben, por tanto, explicarse, y no al revés, como hasta entonces se había venido haciendo. Pero no es esto sólo. Marx descubrió también la ley específica que mueve el actual modo de producción capitalista y la sociedad burguesa creada por él . El descubrimiento de la plusvalía iluminó de pronto estos problemas, mientras que todas las investigaciones anteriores, tanto las de los economistas burgueses como las de los críticos socialistas, habían vagado en las tinieblas.

Dos descubrimientos como éstos debían bastar para una vida. Quien tenga la suerte de hacer tan sólo un descubrimiento así, ya puede considerarse feliz. Pero no hubo un sólo campo que Marx no sometiese a investigación -y éstos campos fueron muchos, y no se limitó a tocar de pasada ni uno sólo- incluyendo las matemáticas, en la que no hiciese descubrimientos originales. Tal era el hombre de ciencia. Pero esto no era, ni con mucho, la mitad del hombre. Para Marx, la ciencia era una fuerza histórica motriz, una fuerza revolucionaria. Por puro que fuese el gozo que pudiera depararle un nuevo descubrimiento hecho en cualquier ciencia teórica y cuya aplicación práctica tal vez no podía preverse en modo alguno, era muy otro el goce que experimentaba cuando se trataba de un descubrimiento que ejercía inmediatamente una influencia revolucionadora en la industria y en el desarrollo histórico en general. Por eso seguía al detalle la marcha de los descubrimientos realizados en el campo de la electricidad, hasta los de Marcel Deprez en los últimos tiempos.

Pues Marx era, ante todo, un revolucionario. Cooperar, de este o del otro modo, al derrocamiento de la sociedad capitalista y de las instituciones políticas creadas por ella, contribuir a la emancipación del proletariado moderno, a quién él había infundido por primera vez la conciencia de su propia situación y de sus necesidades, la conciencia de las condiciones de su emancipación: tal era la verdadera misión de su vida. La lucha era su elemento. Y luchó con una pasión, una tenacidad y un éxito como pocos. Primera Gaceta del Rin, 1842; Vorwärts de París, 1844;Gaceta Alemana de Bruselas, 1847; Nueva Gaceta del Rin, 1848-1849; New York Tribune, 1852 a 1861, a todo lo cual hay que añadir un montón de folletos de lucha, y el trabajo en las organizaciones de París, Bruselas y Londres, hasta que, por último, nació como remate de todo, la gran Asociación Internacional de Trabajadores, que era, en verdad, una obra de la que su autor podía estar orgulloso, aunque no hubiera creado ninguna otra cosa.


Por eso, Marx era el hombre más odiado y más calumniado de su tiempo. Los gobiernos, lo mismo los absolutistas que los repulicanos, le expulsaban. Los burgueses, lo mismo los conservadores que los ultrademócratas, competían a lanzar difamaciones contra él. Marx apartaba todo esto a un lado como si fueran telas de araña, no hacía caso de ello; sólo contestaba cuando la necesidad imperiosa lo exigía. Y ha muerto venerado, querido, llorado por millones de obreros de la causa revolucionaria, como él, diseminados por toda Europa y América, desde la minas de Siberia hasta California. Y puedo atreverme a decir que si pudo tener muchos adversarios, apenas tuvo un solo enemigo personal.Su nombre vivirá a través de los siglos, y con él su obra.